El lunes de la semana pasada nos fuimos por Las Canteras. La idea era haber ido esta primavera, con las lluvias. Entonces es cuando es espectacular el sitio debido al agua que cae entre las piedras. En verano es más un secaral que otra cosa. Llegamos hasta la antigua balsa que daba agua al Cortijo de Rambla Seca. Ya está abandonada. Paco, el primo de José Antonio, me contó que por allí entraban con las bestias, incluso con carros. Fue un paseo corto pero agradable.
Vía | Dinamizador
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