Parece un sueño, pero no lo es. Por fín están arreglando el trozo de carretera que faltaba para dar salida a la calle del Río Espique. Me lo comentaron hace una o dos semanas, pero creí que era un rumor más. El jueves pasado pasé por allí, como todos los días, y me encontré con la salida de tierra en obras. Parece mentira, después del invierno tan duro que hemos tenido, que todo vaya saliendo tan bien. Esto es un regalo más para el pueblo, después de tantos padecimientos con las carreteras.


Vía | Dinamizador
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